Estudiar la Vía del Zen -de Budha-

Estudiar la Vía de Buda es estudiarse a sí mismo.

Estudiarse a sí mismo es olvidarse de sí mismo.

Olvidarse de sí mismo es ser despertado por todas las cosas.

Ser despertado  por todas las cosas es estar libre del propio cuerpo-mente, así como el cuerpo-mente de los demás.

No queda rastro de despertar. Y el despertar sin rastro continúa sin fin.

  Eihei Dogen

En la primera estrofa de este famoso poema incluido en el Gengo Koan;  -Estudiar la Vía de Buda es estudiarse a sí mismo-, cuando dice estudiar a uno mismo, no quiere decir desde una mente analítica o racional, sino desde la mente intuitiva y profunda. Para esto la  puerta es zazen. Zazen es el estudio-practica con nuestro propio cuerpo mente en unidad, comprendiendo y abandonando -darse cuenta- del contenido; lo in-permanente e ilusorio del propio cuerpo mente.

Así mismo en estos dos versos vemos un paralelismo entre Buda y uno mismo. Buda no está separado de uno - no esta fuera-. Es a través de uno mismo que "estudiamos" a Buda.

¿Cómo llegamos a la mente intuitiva y profunda?  Precisamente olvidándose de uno mismo. Este olvidarse de uno mismo no debe malinterpretarse como un  abandono descuidado, sino como el hecho de reconocer y soltar el ego y, todo su entretejido, que procura encontrar el silencio interno generador de sabiduría.

Olvidarse de uno mismo es realizar el silencio interno -Samadhi en sanscrito-. Es a partir de este silencio interno que se sucede el ver-percibir las cosas tal cual son -Vipassana-. Lo que es lo mismo, como apunta Dogen; ser despertado por todas las cosas. 

Silencio interno no significa la ausencia de sonidos y de percepción de estímulos. Significa que se ha penetrado en el corazón de la mente a partir del estudio intuitivo y profundo -zazen- y, que incluso dentro de una tormenta el corazón siguen en paz.

La paz interior es una cualidad del silencio interno, lo mismo que la alegría tranquila, la fuerza, la intuición, la tenacidad y el don -creatividad-.

Xabier Doryu