SANGHA ZEN DONOSTIA

Como otro año más septiembre es un nuevo comienzo del curso 2022-23. Esta continuidad de zazen, bien anual bien en lo cotidiano del día a día es una clave que nos permite profundizar en el Zen. Así mismo una aproximación continúa a la práctica con la aptitud de no creerse sabido distingue al zen Soto.  Como bien nos recuerda Shunryu Suzuki; Mente zen mente de principiante.  Es esta disposición a volver a la practica de zazen -como un empezar continuo- la que va crear la diferencia que nos permite profundizar y tocar la esencia silenciosa de la mente.

  Necesitamos desprendernos de pre-juicios y de muchos  filtros que nos impiden ver en cada instante. En este sentido zazen despeja el espacio interno gracias en parte al reconocimiento de que todo es impermanente produciendo una ligereza  que desnuda la  mente produciendo el desapego egoístas.

El silencio interno es el espacio donde se puede sentir los sentimientos puros que no están contaminadas por las emociones y el hacer del ego. Esta es la puerta del conocimiento silencioso. Así este conocimiento silencioso y misterioso es la manifestación de los dones naturales con los que nacemos: la manifestación consciente de los siete vórtices y chakras

Hoy entramos en la fase silencio  no hablar, hasta el final de la sesshin. La mente mono -parásita- es un chascarreo continuo, como el ruido de las chicharras en el verano. Es esta mente la que nos piensa en muchas ocasiones y la que conviene reconocer y soltar. Tras el telon de este parloteo se encuentra el silencio interno. Y así zazen tras zazen va creando esta lnercia del zen que nos lleva  reconocer la mente mono y soltar.  Como acostumbraba decir maestro Deshimaru  Practicar zazen inconsciente, natural, automáticamente ,  por la acción de zazen la mente-espiritu retoma su condición normal en el sentido de habitar en el silencio interno y salir de la ansiedad y estrés de ser pensado por la mente parásita.

 Así continuamos iluminando las sombras y aceptando la ilusión, no como un mía culpa, sino como un reconocer que transitamos constantemente por la ilusión.  Es esta ilusión la que se va deshaciendo por la continuación de zazen y gracias a esto se rompe el velo de la ilusión, permitiendo ver que vivimos en una contante fuerza de cambios. Constantemente vivimos el cambió solo que algo... no quiere aceptar el cambio. Es como  de ordinario nos acomodamos a la rutina fijando nuestro punto de encaje -la conciencia- en lo conocido. El dejar ir de zazen nos sitúa más cerca del silencio interno y este permite percibir más allá de la mente condiciona, romper el velo de lo ordinario y tocar la fuerza de cambios: darse cuenta de el cambio constante que sucede justo en cada instante. Es como tocar el misterio de la vida.

Continuo dejando ir la ilusión, el malestar, la opinión personal. Se  varrunta la presencia. Somos pensados por "nuestros" pensamientos más allá de nuestra esencia. Cuando nos damos cuenta que la mente que nos piensa no es nuestra esencia, entonces es como darse cuenta que llevamos un polizón saboteador en nuestro interior. Mara es el costructor -la mente que nos piensa-que el Budha confronta y venció. Una suerte de implante que nos esclaviza y tarde o temprano también necesita confrontar uno. Conocerse a uno mismo nos lleva a darnos cuenta de la cantidad de contenidos con los que nos hemos identificado y los cuáles pensavamos que eramos.  El camino zen en parte consiste en dejar ir estas identificaciones. Esto nos permite vivir ligeros. Ligereza que produce el silencio interno y a la vez una presencia que nos deja pasar de vivir en las emociones condicionadas a vivir el eterno presente. Continuar zazen, aceptar el malestar y la ilusión nos lleva a un punto de realización don

  Hoy comenzamos la sesshin de verano  7 días de zazen intensivo. 7 días de cambios y transformación  El cansancio de la vida en la ciudad aflora. Esto se vive en primera instancia como algo negativo, pero es necesario dejar salir la ilusión,  el cansancio, el estrés y crispación del día a día.  Así nos liberamos de lo pesado. Es la limpieza del la mente-espiritu. También pasa en la práctica en el dojo que las primeras veces se siente un rechazo ante la inminente huella que el zen imprime. El zen -zazen- nos golpea el ego y este no quiere ser movido de su posición. Ya lo dicen numerosos maestros, el mayor enemigo somos "nosotros mismos". Así que para continuar necesitamos dejar a un lado la comodidad del ego y aceptar el malestar. Si no aceptamos el malestar que se produce en esfuerzo continuado en la práctica del zen, no podemos ir más allá y limpiar el karma. Zazen es un maravilloso vórtice de fuerza que transforma nuestra mente y que al ego no le gusta demasiado...

  El zen de Deshimaru es por extensión una idea y forma de Zen que ya se estaba “cocinando” en Japon cuando Kodo Sawaki “denunciaba” la ritual-ización y separación del zen   del entorno humano y social. T.Deshimaru da mucha importancia a no separar la práctica del zen –zazen- del entorno social, porque precisamente es en el entorno social donde se necesita más la práctica para influir creativamente   y compartir el espíritu zen. Así una de las “obsesiones” de Deshimaru fue la abertura de centros de meditación Zen -dojos Zen-   en multitud de ciudades y pueblos de Europa, especialmente en Francia en su principio, y así continuando esta labor   por Europa. La Bodaishin es el espíritu, dentro del budismo zen, de querer ayudar a otras personas a realizar en si su naturaleza despierta y luminosa. Es el ideal del Bodhisatva; aquel que se manifiesta en esta dimensión (la vida) con la intención de ayudar a otras personas a salir de las redes de de Maya –ilusión y sufrimiento-. Y es en