En que consiste el Zen ?

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Definir qué es el zen es una tarea delicada, ya que es una experiencia que uno mismo realiza.

El zen fundamentalmente es zazen, la meditación zen. La palabra japonesa "za" significa sentarse y "zen" significa meditación. Durante la práctica de zazen, nos concentramos en la postura y en la respiración, al mismo tiempo que dirigimos nuestra atención al bajo vientre u otro punto del cuerpo donde nos sintamos presentes. Adoptamos una actitud de observación sin interferir, permitiendo que los pensamientos, emociones y percepciones (fenómenos) surjan y pasen sin aferrarnos a ellos. Cuando nuestra atención se distrae, gentilmente la reconducimos a la postura y la respiración, centrándonos en el bajo vientre.

La postura en zazen implica una espalda erguida pero relajada, el mentón ligeramente recogido, los ojos semicerrados y la mirada dirigida hacia abajo a unos 45 grados. Las manos pueden formar el mudra del vacío o descansar sobre las rodillas. Esta postura refleja dignidad, delicadeza y vitalidad.

Al hacer de zazen el núcleo de nuestras vidas, cambiamos nuestra percepción de la realidad, comenzando a percibir la vida en términos de energía y conciencia más que de conceptos cognitivos. Al establecer nuestra mente-corazón en zazen, restablecemos el vínculo con el Espíritu (supraconciencia) como fuente de conocimiento y realización.

La práctica continua de zazen purifica la mente de pensamientos y emociones destructivas mediante un proceso introspectivo de observación sin interferencia. Esto nos lleva a un estado de serenidad donde la experiencia del momento presente se vuelve más clara y los fenómenos pasan a un segundo plano. La mente se desidentifica de los fenómenos que solían atraparnos y dirigirnos, manifestando la condición de la mente espejo o mente testigo. Esta mente permite percibir los fenómenos sin perder la sensación de presencia, lo que tiene un efecto desestresante general en el organismo.

Básicamente, la relación con los fenómenos que emergen, especialmente cuando nos causan estrés y conflicto, consiste en cambiar nuestra respuesta, no interferir con ellos y utilizar el cuerpo y la respiración como recursos adaptativos. Adoptamos una actitud de observación y aceptación amable, permitiendo que los fenómenos pasen. Este hábito se convierte en un patrón de comportamiento que se extiende a nuestras vidas diarias, fomentando una mayor conciencia y armonía al desidentificarnos conscientemente de los objetos o fenómenos.

En última instancia, por más que intentemos explicar con palabras qué es zazen, su verdadero significado es experiencial y no puede ser completamente comprendido a través del lenguaje. Las relaciones interpersonales nos llevan a comunicarnos desde un campo perceptivo de experiencias compartidas, que son las que caracterizan la peculiaridad humana y actúan como constructores de pensamientos, sentimientos, percepciones y memorias en constante evolución.

La manera más directa de comprender profundamente qué es el zen es experimentarlo por uno mismo a través de una sesión de zazen. El zen tiene un sabor, un aroma, una textura que, como la manzana, no se puede entender completamente a menos que lo pruebes tú mismo.


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