El Dharma, la enseñanza en el centro de la Via de Budha: Zazen

 Es el zen un camino espiritual en el que Dios, no nos va salvar, entiéndase Dios como un "factor" determinante que designa el destino.

Budha no niega la existencias de las deidades.  El cambio sustancial en el entendimiento de Budha es que entiende que solo el hombre es el responsable de su despertar. A diferencia de las religiones clásicas donde el guro ostenta un estatus de mediador y en ocasiones de manifestación de la deidad, donde el hombre depende de que la deidad o el guru le otorgue cierto beneficio. Para sostener esta afirmación me apoyo en la última enseñanza del Budha: La última enseñanza de Budha

En la enseñanza el Budha pone el Dharma, la enseñanza, en el centro de la Via y no a Dios ni al guru. Entiende que solo es a través del hacerse responsable de nuestras acciones -karma- que podemos encontrar la verdadera libertad. Y es este enfoque el que es revolucionario en sus tiempos, y en los actuales. Esto no niega que "lo sagrado" no exista en la creación, solo es donde se coloca el hombre para acceder al conocimiento y realización.

En el zen, y en el budismo por extensión no se adora o se rinde pleitesía a las deidades ni a gurus. Se asume que lo sagrado y lo profano - lo inconcebible y la ilusión- son parte del realidad del ser humano y que solo depende, la realización, de como uno se aproxime a un u otro lado de la vida. Para esto el Dharma es la perla preciosa que brilla como la estrella del amanecer, que nos permite observar y practicar la virtud sin perder de vista la ilusión. O dicho en palabras del celebre maestro Dogen: Se trata de iluminar la ilusión, no de ilusionarse con la iluminación.

En este sentido el maestro -no es un guru- es un conocedor del Dharma, quien puede enseñarlo, y es uno el que puede y tiene que realizarlo a partir de una practica sincera e impecable.

Zazen es la manifestación  del Dharma. En el se funden tanto la ilusión como el despertar, el maestro y el discípulo, la luz y la oscuridad, dejando tan solo un silencio inaudito que va más allá... 

Aquí este precioso poema de monje "loco" Ryokan:

Te detienes a apuntar hacia la luna,
pero el dedo es ciego a menos que luna brille.

Una luna, un dedo descuidado apuntando…
¿Serán ambas cosas una sola?

Esta pregunta es como alguien que apunta a la luna,
guiando a un principiante a salir de la ignorancia
espesa como la niebla.

Mira profundamente. El misterio llama y llama:
No hay luna, no hay dedo… no hay absolutamente nada.

—Ryokan Taigu

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Se trata de iluminar la ilusión, no de ilusionarse con la iluminación...😍
Gracias 🙏🏼

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