El cuerpo de zazen: Talismán de sabiduría
La postura de zazen (Dhyana en sanscrito), se ha
practicado desde los albores de los tiempos por infinitos seres que consagraron
su vida a la la Vía de la meditación y el autoconocimiento. Zazen es un portal
que permite conectar con la mente universal y la fuente de la vida. Necesitamos
dejar la individualidad a un lado para que zazen despliegue y manifieste su
poder de transformación. Si queremos conectar con profundidad el conocimiento
del si mismo, necesitamos ahondar en el silencio. Para que sea profundo y "verdadero"
exige que el sonido del yo individual se acalle y entonces se manifieste el
silencioso sonido del universal. En consecuencia, acedamos al talismán de
información que supone nuestro cuerpo de zazen.
Aunque muchas personas no se den cuenta, este cuerpo
que recibimos al nacer no es simplemente el cuerpo heredamos de nuestros
padres, sino que este cuerpo es "talismán"" herencia de la raza
humana. El Buda dijo que zazen ha sido realizado por infinidad de seres
despiertos desde los albores de los tiempos, incluso antes de que el mismo
realizase el despertar.
Al respecto la teoría de los "Registros
Akásicos" da una explicación a como la información que ha sido
integrada en un grupo llega a otras personas y grupos sin necesidad de que haya
habido un contacto directo a través de estos campos. Zazen es tabernáculo del
despertar que se manifiesta de forma inconsciente cuando se realiza el
verdadero zazen.
Cuando es abandonada la individualidad, se
manifiesta la práctica viva de zazen que han practicado y se ha manifestado
otros seres despiertos, más allá de las escuelas e instituciones. Se conecta
con esta fuente de inspiración profunda.
Al respecto hay que identificar y distinguir la
diferencia entre espiritualidad y religión en el camino de la meditación,
que son dos cosas que se tienden a mezclar.
Por un lado, está la institución que viene a ser
la que ejercer el poder (bio-poder que habla Michel Foucault) sobre las masas y
por otro está la espiritualidad que libera a las personas de todo tipo de
dependencia. ¿Cuándo la religión toma un papel u otro: esclavitud o libertad?
La religión nace con un ideal noble y terminan
siendo manipuladas e institucionalizadas. Se asignan méritos que no les
corresponde. Sus dirigentes se nombran emisarios y voceros de Dios y/o
poseedores de la verdad y el conocimiento, naciendo en esta curiosa relación de
dominación dos tipos de personas: Los que saben y conducen al rebaño y, el dócil
y obediente rebaño.
Y así ha funcionado la sociedad a grandes rasgos,
salvo excepciones. No solo en la religión sino también en las comunidades. Al
fin y al cabo ¿no han sido las religiones quienes han ejercido el control
político, económico y social hasta que en el sistema político-económico
producto del orden social ha ocupado su lugar?
Dios ha muerto afirmo
F. Nietzsche, en un sentido imaginario colectivo. Otro Dios ha
nacido, el Dios del capitalismo al que todos los humanos rinden tributo en el
altar de consumo. Un mundo que se va deshumanizando a pasos agigantados y que
tarde o temprano tendrá que explotar por algún lugar: Calentamiento global,
contaminación, agotamiento de recursos, desplazados por las guerras,
individualismo, insolidaridad.
Ya no hay revoluciones,
sino una Rebaño Desconcertada como denomino Walter Lippmann al estado actual de la masa social controlada por
el poder del Capitalismo Planetario.
Lord
Acton dijo "El poder tiende a corromper, el poder absoluto
corrompe absolutamente"
Se necesitan nuevos modelos pedagógicos que
cambien el núcleo de esta relación piramidal y perversa del poder. Modelos
comunitarios, participativos, horizontales e inclusivos. ¿Como conseguirlos?
Zazen se muestra como un modelo ejempletizante en
el que las personas asumen su poder y decisión, tomando consciencia de las
pasiones humanas. Juntos creamos una nueva forma de enfocar la vida: desde el
miedo la envidia y la competitividad devoradora de lo humano, hacia el
cambio a loa compasión y la consciencia efímera de la vida que procura
conciencia colectiva más allá del egoísmo devorador.
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