El espejo de los opuestos: Transcendiendo la oscuridad

 Las emociones que nos marcan a fuego, especialmente durante la infancia,  como puede ser las que se manifiestan  en la pérdida de un ser querido, el abandono, la violación, etc. son emociones que se quedan grabadas no solo en la memoria del recuerdo, también son grabadas en la consciencia corporal y energética, desarrollando diferentes corazas bioenergéticas. La bionergetica  de Alexander Lowen estudia estas características de tipo.

Estas emociones se manifiestan como algo negativo, ya que son el resultado de un trauma que se vive con un sentimiento de displacer y que desequilibran el bienestar de la persona que lo sufre, además de quedarse en la memoria inetgral en diferente grado.

Según se va creciendo y formando la personalidad,  estas emociones interfieren en una medida proporcional a la capacidad en que la persona tiene de “gestionarlas”. Esto define cómo estas interfieren en la propia personalidad, en las relaciones y en las decisiones vitales.

Las emociones que nos arrastran al lado más oscuro son un potencial de luz. Si son capaces de crear tanta oscuridad es porque en su inverso polar son pura luz.

Todas las emociones que en la faceta más destructiva nos llevan a las pasiones son lo que son por que se alimentan de la luz que hay en las personas. Es como si conviviéramos con una suerte de seres energéticos  que a través de estas pasiones dominados por el miedo captan la energía, la redirigen por estos miedos que llevan al estancamiento en las pasiones en la persona.

En Eneagrama se consideran 9 pasiones básicas y las diferentes diversificaciones:

 

 

Ahora… el secreto o la clave de transcender estas pasiones y situarse en el lado creativo/luminoso pasa por una suerte  de pasos (algunos le llaman terapia) que permiten tomar consciencia de los juegos y movimientos en los que la persona se ha visto y se ve sumergida como individuo y parte de un sistema.

Tomar consciencia del trauma y posicionamiento respecto a este trauma, movernos a un lugar de fuerza donde podemos abandonar desde los tres campos del ser humano: (físico/material, psíquico/emocional y energético/espiritual) esas memorias que atan a la oscuridad.

Zazen nos ayudara enormemente en este proceso hacia el lado luminoso.